The market from here
The Market from Here: Mise in Scene and Experimental Etnography
Habíamos hablado de muestras en las cuales lo visual icónico prevalencia sobre lo textual alfabético y a la inversa. En la muestra de Surpic a pesar del alto volumen de textos alfabéticos tales como la lectura en sala por el espectador de ocho poemas, el título de la muestra y pyche viajo al submundo estos, aunque relevantes en su elucidación y comprensión se mantienen en un plano de relaciones asociativas abiertas que no llegan a regular y a regir todo el campo asociativo de relaciones de sentido quedando en cierto modo debido a la polisemia y la entropía de relacionalidad asociativas, como subordinados a las relaciones de sentidos creadas por lo meramente iconográfico.
Discutamos a continuación una muestra en la que ocurre lo inverso, donde el texto alfabético regula y rige toda la dramaturgia y las concatenaciones de lo icónico-visual, abordando The Market from Here: Mise in Scene and Experimental Etnography, una obra de mi autoría individual compartida en coautoria con Fernando calzadilla artista venezolano.
Esta obra como se explicita en su mismo título es sobre los mercados lo cual se hace obvio y notable desde el punto de vista meramente iconográfico y visual desde que se la ve por fuera y sobre todo desde que se entra en ella pues desde su misma entrada pueden verse expuestas fotografías de los mercados populares urbanos en Venezuela y desde el momento en que desde su primer pacillo transitable a lo largo de todo su decurso espacial pueden verse expuestas aproximadamente 1000 fotografías de los mercados populares urbanos en Venezuela. No son pues eludibles 1000 fotografías sobre una realidad social, urbana, espacial, humana y económica concreta. Pero el discurso fotográfico, como sabemos, aunque encierra relaciones nítidas de denotación y connotación estas relaciones permanecen, sobre todo en el género documental, supeditadas a la mera referencialidad. Elementos tales como si se trata de close ups, es decir, primeros planos, planos medios o generales, establecen relaciones de sentido respecto a como esta en ello envuelto el sujeto fotográfico, es decir, el ojo de la cámara, y como explicitada la relacion entre este y el sujeto de la fotografía, aquello que es ensayado visualmente como su tema los cuales de cierto modo colorean los elementos de subjetividad y objetividad respecto a lo documentado, asi como organizan ciertos aspectos genéricos sobre el modo de su abordaje, pero ello no pasa de permanecer subordinado al lenguaje objeto, es decir, a la denotación y la referencia.
De modo que, aunque tenemos mil fotografías de los mercados populares urbanos lo cual explicita y trae al primer plano el tema de la obra, no sabemos aún mucho más sobre el porqué de estas fotografías y el cómo relacionarnos a ellas. De hecho, la obra explicita ser desde su inicio tanto vista desde afuera como desde su entrada mucho más que un ensayo fotográfico. Si bien este es relevante en ella, desde su misma entrada la primera habitación inicia la obra con un ensayo de cinco cuartillas impreso sobre acetato y en sus paredes en la lectura del cual vemos ilustrándolo las primeras quince fotografías de los mercados populares urbanos que se ven en la obra. Este ensayo, que se lee al comienzo, regula toda la obra tanto en el sentido de su dramaturgia, es decir, las relaciones entre introducción, desarrollo, nudo y desensalce, entrada, recorrido, salida, como las relaciones de ilación indexicales y deixticales, es decir, denotativas hacia lo visual e iconográfico dentro de la obra, ya que es, por un lado, su Introduccion leída en un solo conjunto, es luego, el circuito textual museográfico o guía de textual de sala que el espectador va leyendo al mismo tiempo en que va viendo lo iconográfico—como ocurre a los textos de guía de sala en los museos de antropología y etnografía, asi como es también el texto script, es decir, el libreto, que escrito en anticipación, fue utilizado como aquello que sería puesto en escena en el sentido que esta expresión y esta relacion scrip/libreto-puesta en escena, tiene en el cine y en el teatro.
No podemos repetir aquí ese texto completo para nuestro lector ya que la extensión de aquel ensayo remplazaría a los objetivos del presente, pero a grandes rasgos tratare de informar a mi lector sobre este texto en general. A modo de resumen he recibido la impresión de varios lectores de que se trata de un ensayo que recuerda en algo el tipo de escrituras de Jean Boudrillard sobre por ejemplo la sociedad de consumo, el mundo de la publicidad y las mercancías en el capitalismo debido a la forma exacerbada y con frecuencia exhilarante y en ocasiones irónica con que Boudrillard tiende a referirse a ello en textos como las mayorías silenciosas o la profusión de los simulacros. Sin embargo, aunque acepto algunos aspectos de este comentario en general, el hecho de que es un texto que discute el mismo fenómeno considero que a todas luces se trata de un ensayo original que desenvuelve una lectura enteramente nueva de ese mundo, en primer lugar, Boudrillard usualmente se refiere a la sociedad de consumo no como un mundo o universo fenomenológico para los datos de los sentidos que envuelven nuestra propia sensorialidad en ese mundo del consumo, en segundo lugar, Boudrillard da como un hecho la sociedad de masas como nuestra sociedad circundante promedio en términos de mayorías de una corroboración de mayorías, pero no se inmersiona en desarrollar una Fenomenologia de esa realidad como un mundo entendido fenomenológicamente para la subjetividad, en tercer lugar, no pone en relacion los datos empíricos de su vivenciacion con las abstracciones teóricas de su simbolismo. (Boudrillard Jean, Transestetica, anagrama, Boudrillard Jean, La Profusión de los simulacros, Boudrillard Jean, las Mayorías Silenciosas)
Una vez que la sociedad de consumo está denotada como nuestro mundo circundante ella no ha sido objeto de una inmersión de la subjetividad en ella que, más allá de solo denotarlo como realidad de las mayorías, lo abstrae como un mundo moviéndose, como lo hace el texto, entre los mercados urbanos literales y empíricos, es decir, el universo de los vendedores y compradores, de los carretilleros y los distribuidores de mercancías, y la experiencia en ese mundo del cuerpo, de la observación y del punto de vista. Adicionalmente no hay en sus textos alternancia del punto de vista entre la teorización general de un fenómeno y referencias a unas circunstancias concretas que el texto trae al primer plano como una situación inmersiva en esos mercados para la subjetividad escritural intercalando objetivaciones teóricas sobre sus simbolismos abstractos, con material fenomenológico empírico sobre su inmersividad corporal y con reflexiones que se mueven entre la situación de vivenciacion y aquella de observación, finalmente, no pasa de referirse a un mundo presente, sin moverse entre los distintos periodos del mundo de los mercados, el consumo y la publicidad, en pocas palabras, se trata de un texto que no es ni una economía política del signo al modo de algunos de sus textos, ni una ensayística irónica sobre el tema, sino antes bien de una etnografía en la que mi punto de vista como escritor y teorizador se mueve entre discutir los mercados y ofrecer reflexividades entre lo abstracto teórico sobre sus simbolismos y lo empírico sobre mercados urbanos concretos en los que hice trabajo de campo moviéndome entre el punto de vista como etnógrafo que reflexiono sobre los mercados pero también sobre mí en ellos en los términos de una escritura sobre la observación en ciencias sociales conclusiva en torno a mi propio research, y discernimientos empíricamente muy intrincados y ricos en torno a los mercados, el consumo y la publicidad no solo o no ya para unas mayorías que consumen, sino antes bien para unas interacciones concretas de trueque en circunstancias urbanas de compra y venta y sobre todo, para una Fenomenologia sobre el mercado no solo en el presente sino también en sus formas previas en el periodo colonial alternando material sobre sus visualidades tanto para viajeros foráneos tales como holandeses e ingleses como para costumbristas locales entre muchas otras cuestiones que remiten a unos mercados precisos, los populares y urbanos de Venezuela en el periodo neoliberal, lleno de infinidad de detalles sobre los mercados concretos el texto está además ilustrado con ellos atraves de fotografías tomadas durante ese trabajo de campo.
Una vez leído este texto ilustrado en la primera habitación de la obra como decía antes el mismo continua luego distribuido por párrafos indexicando y deixticalizando como guía museográfica de sala el decursar de lo iconográfico visual en ella al mismo tiempo en que, debido a que el texto ofrece significativas conclusiones sobre como deliberar entre la representación y la evocación, una imagen de los mercados y del dilema en ellos de la observación y el punto de vista, es el texto utilizado en anticipación como libreto para lo que fue en concreto su puesta en escena visual, es decir, el texto que rigió como articular lo iconográfico y el conjunto composicional de la obra como una obra sobre los mercados y sobre mi trabajo de campo en ellos, en breve, como una obra que, al igual que el mismo ensayo, discursaría entre lo textual alfabético del ensayo y un discurso iconográfico visual el tema. Volviendo entonces sobre las 1000 fotografías tomadas todas en el trabajo de campo, se trata aquí no de un ensayo fotográfico como se entiende este género cuando solo se trata del discurso de la pura imagen visual fotográfica, sino de un ensayo teórico y literario fotográficamente ilustrado.
Ahora bien, no solo de lenguaje alfabético y de fotografías está compuesta la obra en cuestión. La misma está concebida como una instalación penetrable y recorrible dirigida no solo a lectores sino también a espectadores los cuales son invitados a entrar y recorrer un mundo o universo creado en base a ese research empírico que el ensayo discute y que será corporalmente experienciado en un recorrido con entrada y salida, y en este lenguaje instalativo intervendrán entonces además de las fotografías, elementos espaciales, recreaciones ambientales del mercado, sonido, objetos e iconografías visuales. Construida como una tridimension penetrable con piso, paredes y techo a dos aguas y confeccionada con materiales que son utilizados en los mercados urbanos reales para su construcción, tales como el uso del plástico transparente y sacos para confeccionar los techos y las paredes, la obra está compuesta por seis áreas, un circuito y sus divisiones internas propias al sistema constructivo.
Estos son la primera área su entrada o vestíbulo a la cual hemos hecho referencias antes consistente en una habitación cerrada sobre si misma que iniciando la obra consiste solo en la lectura impresa sobre las paredes del ensayo antes mencionado y de las quince fotografías que lo ilustran. El circuito es el recorrido que hará el espectador con entrada recorrido y salida el cual es demarcado y continuado por un solo elemento el circuito museográfico del mismo texto de la entrada distribuido como guía de sala museográfica.
La segunda área luego de la primera habitación vestibular e introductoria, es una recreación instalativa y ambiental de mundo de los buhoneros que es como se llama en Venezuela a los vendedores efímeros, es decir, que venden a la intemperie sin techo, que se instalan con la mercancía en el piso desplegando una tela para delimitar el área de venta y que pasan allí todo el día en ocasión durmiendo hasta el día siguiente, estos individuos venden usualmente artículos de primera necesidad y el ambiente instalativo recreado pone su énfasis más en sus estilos y sus modos de vida, la manera como duermen, sus objetos personales, etc., que propiamente en el setting o la escena de la venta.
La tercera área es una recreación instalativa y ambiental del mundo de los hierbateros que venden en los mercados hierbas medicinales, plantas para cocimientos curativos, infusiones y remedios caseros tanto para el cuerpo, ungüentos, soluciones, como para el alma y la religiosidad, figuras icónicas religiosas, sustancias y frascos, estampillas y distintos tipos de objetos. La recreación instalativa de esta área está enfocada, a diferencia de la previa, no en sus estilos de vida, sino en sus settings de venta, es decir, en el mundo circundante que conforma la escena concreta en la cual se dan los trueques y transacciones, es decir, donde estos hierbateros despliegan sus mercancías reciben a sus clientes, las exponen a la visualidad, las preparan, tienen los inventarios de las mismas y las venden.
La cuarta área recrea instalativamente el mundo de los quincalleros, vendedores de artículos para el cuerpo y bisuterías, aquí se trata de vendedores de manillas, pulseras, collares, evillas, aretes y distintos artículos tanto masificados en producción industrial como mercancías como confeccionados de modo más casero o manual e incluye como área discos de música. Mientras el área previa de los hierbateros está llena de hierbas aromáticas de muy intrincados tipos, muebles de madera cruda para preparar los ungüentos, cortar la hierba o servir la mercancía, estampillas religiosas, frascos y otras cosas, esta área está llena de colores fluorescentes intensos, futinture plástico y de plata, y de todo tipo de bisuterías para el cuerpo donde se exponen las mercancías asi como al igual que la previa esta también enfocado en el setting escénico en que ocurre el momento del trueque y las transacciones, es decir, en que el comprador se desplaza mirando hasta que escoge su compra y en que se realiza la transacción entre el vendedor y el comprador.
La quinta área recrea instalativamente tres meses de mi trabajo de campo en los mercados populares urbanos de Venezuela. Mientras mi ensayo introductorio y museográfico es conclusivo respecto a un trabajo de campo que hice solo durante dos años en los mercados populares urbanos, en esta área se habla de tres meses de trabajo de campo en los cuales trabajo conmigo un escenógrafo invitado Fernando Calzadilla con quien compartí la obra y esta área recrea esa experiencia de tres meses a través, por un lado de una vitrina en la cual están expuesta las fotografías de ambos en los mercados intercambiando con los vendedores, fotografías de mi escribiendo, y dos textos míos sobre los conceptos de representación y evocación. También incluye el escritorio usado durante el trabajo de campo asi como referencias a la construcción de la obra tales como una maqueta y finalmente un mueble negro en madera que es un inventario de objetos ópticos que yo lo defino como el museo del observador quien en esta obra es estenografiado ya que una de las conclusiones de mi research sobre los mercados es que el mercado es una etnografía del observador, el área incluye tubos desde los cuales puede mirarse a distintos puntos en la obra.
La sexta área es el pacillo de salida y está dedicada a una recreación instalativa del mundo de los vendedores ambulantes, que no venden en un lugar fijo sino moviéndose y que pregonan la mercancía incluyendo la recreación del mundo de los carretilleros, de los vendedores de chicha y de sopa, asi como el mundo de los confetis y las serpentinas festivo y celebratorio.
Además de estas seis áreas y del circuito con entrada, Introduccion, recorrido y salida, lo obra incluye elementos constructivos relevantes. Hecha en el mismo modo en que se hacen los mercados techados que ocurren bajo el cielo raso tiene una estructura sobre la cual se sostiene, tiene divisiones internas las cuales son también al mismo tiempo lugares en que se exhibe mercancía como por ejemplo zapatos, ropa, juguetes y objetos antiguos, tiene un piso echado en tablas, un sonido constante ambiental grabado en los mercados, un ático de depósito de mercancía y materiales, y tiene también un centro o encrucijada en el cual se intersectan los caminos del circuito y en el cual situamos plásticos que penden desde el techo donde imprimimos dos párrafos de Stephen A Tyler antropólogo estado unidendese sobre el concepto de evocación citados de su ensayo La Etnografía Posmoderna
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